Una de las tantas falsas creencias en las artes marciales es que todas las personas con iguales categorías son la misma cosa, tienen el mismo valor y merecen el mismo reconocimiento.
Para entender este error es necesario conocer que es una categoría, que significa y porque se otorga.
El entrenamiento demanda una gran inversión personal en dedicación, perseverancia y en cómo superar las deficiencias personales.
Es evidente que tal dedicación tomará mucho tiempo para lograr tal objetivo.
El proceso mencionado llevará a la persona por varios pasos que le permitirán conocer el progreso logrado.
Está dicho que los cintos de color son solamente el inevitable camino para preparar la mente y el cuerpo para aprender el Arte. Entonces este estadio en el proceso de aprendizaje es una etapa muy sensible donde el estudiante está construyendo los basamentos de su futuro conocimiento profundo.
Estamos hablando de arte marcial, entonces, pensar acerca del aspecto físico solamente, seria hablar de una evolución parcial e incompleta. En esta etapa los estudiantes tienen que evolucionar física y mentalmente para ostentar apropiadamente una categoría en el futuro. Si el mencionado proceso no se produce, la categoría es solo una peligrosa demostración de ego.
No son pocos los cintos negros de diferentes rangos los que sienten a la filosofía del Taekwon-Do como una curiosidad.
Sólo unos pocos cinturones negros de diferentes rangos tienen el conocimiento básico sobre la estructura del cuerpo humano para entender la biomecánica apropiada del Arte que ya está establecida y no admite ninguna interpretación personal que canalice o distorsione el propósito de esa biomecánica. Es evidente que hay una diferencia entre la gente que tiene la requerida información general acerca de la estructura humana, la filosofía del Taekwon-Do y un normal manejo del área técnica y aquellos otros quienes solamente ostentan un efímero éxito pateando y golpeando con sus puños.
El adecuado uso del protocolo, el respeto por sus mayores y el conocimiento general mencionado antes, establecen una diferencia entre las personas que tienen estas condiciones y aquellas que no, pero están en la misma jerarquía. Ambos fueron reconocidos con el mismo rango, sin embargo ellos no son la misma cosa.
Desafortunadamente mucha gente cree que los éxitos deportivos son suficientes para ocupar un lugar. Lo mismo les sucede a aquellos que creen que el tiempo es un mérito suficiente en sí mismo para ser promovido. Todos estos detalles son importantes en su particular concepto, tiempo y lugar; sin embargo ninguno de ellos a solas es un valor tan importante para justificar una promoción.
Tan alta como es la categoría a ser concedida, así de alto debería ser el conocimiento y personales condiciones del candidato.
Muy a menudo, los criterios de evaluación de quienes conceden ese reconocimiento no son coincidentes. Esta notable diferencia basada en una injustificada complacencia, conduce a igualar hacia abajo y degrada el mérito.
Como saben, hoy en día y debido a la evolución demográfica del Arte, hay muchas personas ostentando altos niveles jerárquicos; sin embargo, estar en la misma categoría no significa que todos son iguales o que tienen el mismo conocimiento.
Está en nuestra consideración evaluar quien es quien.
Senior Grand Master Ricardo Desimone
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