La popularidad lograda en la difusión del arte marcial llamado Taekwon-Do, fundado y sistematizado por el General Choi Hong Hi, es realmente importante. A punto tal que se la considera la disciplina física que más ha crecido en los últimos treinta años.
Tal evolución conlleva una serie de elementos que necesariamente deben ser analizados.
Su sistema pedagógico está concebido por su Fundador desde los inicios. Evidentemente muchos han hecho modificaciones de éste, pero con logros más efectistas que efectivos. La inclusión de metodologías inherentes a otros deportes de pugilato permitió que muchos distraídos creyeran haber encontrado la aguja en el pajar. Para quienes hemos tenido la oportunidad de evolucionar juntamente con el arte a nivel global, hecho este que culmina con el fallecimiento de su Fundador, es evidente que tal cosa no ha tenido utilidad práctica alguna y que volver a las fuentes siempre ha sido la mejor solución y la más efectiva.
El tiempo ha pasado y con él un innegable crecimiento en su cuerpo docente, que por imperio del aumento del estudiantado ha tenido que multiplicarse para asistirlo. La permanencia a través de los años en la tarea pedagógica conlleva un innegable crecimiento en experiencia, información y lugares a ocupar en la profesión de los Danes dedicados a la instrucción.
La mencionada entrega produjo en los principios de los años 90 graduaciones de Masters.
Estos grados eran relativos a la capacitación y a la experiencia de quienes tanto en Oriente como en Occidente, habían dedicado su tiempo a la enseñanza y difusión de este Arte Marcial desde los inicios del mismo. En los incipientes 90’s conjeturar grados por encima del 7mo Dan formaba parte del imaginario ya que solo unos pocos ocupaban el 8vo Grado.
El General Choi era el único 9no Dan, que en definitiva y hasta entonces era un número simbólico porque él era el Fundador y siempre estuvo más allá de la escala de promociones.
El tiempo pasa y con éste la acumulación de los Grados de Cintos Negros cubrió todos los estamentos posibles. A punto tal que el grado de 9no Dan que hasta hace apenas unos pocos años era casi etéreo, se ha vuelto tan popular que da la impresión que hoy por hoy en muy poco tiempo y a cualquier edad se puede ser Grand Master.
Mientras la creación federativa del General estaba representada en una sola institución, las reglas a seguir eran únicas y para todos.
Tomando en consideración esa enorme cantidad de estudiantes que están por debajo de los 14 años de edad, se había establecido reglamentariamente ya en ese entonces, que nadie podía ser promovido a 2do Dan antes de los 14 años y medio de edad.
No se podía acceder al 3er Dan antes de los 17 años y se debía tener 21 años para ostentar el grado de 4to.Dan.
Este hecho resultaba coincidente con la responsabilidad civil de la mayoría de edad en diferentes partes del mundo. Al ser 4to Dan se tenía la posibilidad de recibir la Instrucción especial para que le fuera otorgado el grado de Instructor Internacional, lugar este que le permitía examinar para promover categorías hasta el grado de 2do Dan (o sea la mitad de la jerarquía que se poseía) y representar al arte aun fuera de su país de nacimiento.
Se debía permanecer en este grado 4 años, por lo tanto las matemáticas ubicaban al 5to Dan en un mínimo de 25 años de edad. Cinco años de capacitación y entrenamiento en este grado le aguardaban a quienes buscaban ser promovidos al 6to Dan, por lo tanto, esto ubica a esta categoría en un mínimo de 30 años de edad.
Seis años en este último nivel, imponían una edad base de 36 años para acceder al 7mo Dan o Master.
Siete años en ese grado es el mínimo requerido para el 8vo Dan o Senior Master cosa que determina que quien en ese grado esté, tendrá una edad mínima de 43 años.
El tiempo de maduración en el 8vo Dan para ser candidato a la máxima categoría o 9no Grado es de 8 años, por lo tanto, nadie accede al grado de Grand Master con menos de 51 años de edad.
Si Usted encuentra a alguien en esa categoría menor a esa edad, es producto alguna compraventa de cartones o de algún atrevido dios que los reparte.
Es importante entender que se está hablando de edades mínimas con práctica ininterrumpida en cada uno de los niveles y para alguien que ha comenzado su desarrollo en Taekwon-Do desde niño.
Demás está decir que la edad y el tiempo de permanencia en la categoría, no significan una promoción automática, sino el requisito temporal básico entre otros requerimientos.
Es evidente que cada una de estas altas jerarquías fue contemplada por el Gral. Choi con parámetros de evolución que van más allá del hecho calendario. Capacitación, entrenamiento y fomento nacional e internacional del arte a través de la enseñanza, fueron los factores tomados en cuenta.
En otras palabras, sin haber desarrollado una Escuela y no haber promocionado al arte en su país, no se puede acceder a estos altos grados. Si solo se ha dedicado a la competencia deportiva, no tiene la experiencia que se necesita para estas jerarquías.
Esto significa que el Instructor (4to. Dan en adelante) va evolucionando teórica y pedagógicamente. Que el entrenamiento es una responsabilidad personal o sucumbir ante la desidia.
Para ocupar una categoría superior no es necesaria la acrobacia ni el éxito deportivo, porque el lugar a ocupar no requiere de medallas ni mostrar que se es etéreo e inalcanzable.
Pero si es necesario que reúna las condiciones de una categoría avanzada (antecedentes intachables en todos los campos del arte, adecuado manejo protocolar, sólidos conocimientos teóricos y un apropiado entrenamiento físico básico que justifique el lugar ocupado).
El grado de Master no es una promoción más, es la maestría teórica práctica.
No se es Grand Master por ser un deslumbrante pateador o por haber sido un competidor relevante en su tiempo sino por los antecedentes en otros c ampos de importancia. Pero cuidado, tampoco es un título jubilatorio.
El lugar de Grand Master solo puede ser ocupado por quienes hayan superado tales condiciones y sean merecedores del honor de tal estamento por sus antecedentes como persona, como practicante y como docente.
El desfasaje institucional que nos arropa y el arbitrario manejo de este importantísimo grado, han permitido que la regla instituida por el propio Fundador del Arte, no sea tomada en cuenta y usada a conveniencia. Hoy tenemos personas que han sido promovidas al 9no Dan con muchos menos años de práctica de lo requerido y con mucho menos tiempo de maduración entre las categorías mayores que le preceden. ¿Razones? Se me ocurren dos: económicas y de poder.
Se debería publicar internacionalmente el currículo de cada una de las personas que van a ser promovidas a ese lugar.
Hay entidades que por su estructura tienen regulado este proceso, sin embargo hay otras de muy reciente creación que transgreden los parámetros de edad y condiciones mínimas antes mencionadas y originalmente establecidas.
Está determinado que esta máxima jerarquía sólo puede ser otorgada por un comité especial compuesto por nueve miembros de 7mo. Dan hacia arriba. No puede ser concedido un diploma de este nivel por la decisión de un solo hombre (oriental u occidental), pionero o presidente. Si alguien procede de esta manera no entiende el arte por más que lleve 50 años en él, no ha entendido a su Fundador, está burlando al sistema por él establecido y a todos los que lo han respetado, es más, está trabajando de dios.
El Fundador de la disciplina ha dejado esto regulado por escrito en su Enciclopedia Vol. 1 pags. 94 y 96.
Ahora bien, si a Usted lo que le interesa es que una persona lo deslumbre con la espectacularidad de una patada, con un salto o un giro, no busque un Grand Master, vaya a una demostración.
Senior Grand Master Ricardo Desimone
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