El porqué del sistema

Mucho se ha hablado y se sigue hablando de las distintas formas de entrenamiento. La gran mayoría pone un énfasis muy marcado en su aplicación deportiva, dejando entrever la fantasía de lo exitoso de su aplicación, volviendo por lo tanto a poner el carro delante del caballo. La manera excesiva de buscar el éxito deportivo ha llevado a modificar el sistema de entrenamiento y la forma de instruir la disciplina.

En la actual manera de enseñar se soslayan factores importantes para la evolución del alumnado.

Se ha dejado de lado la estadística inequívoca de que solo el 20% de los estudiantes están interesados en participar en la competencia deportiva. Este hecho nos marca que el 80% restante se ve obligado a  entrenar objetivos no buscados.

Entre los factores que han dejado de considerarse en los entrenamientos e inclusive en los cursos y seminarios, están la edad y la estructura física de los estudiantes.

Se les exige en muchas ocasiones logros que están imposibilitados de obtener: acrobacias con giros consecutivos y patadas repetitivas que utilizan en el sistema olímpico del mismo nombre pero sin aplicación práctica en la defensa personal.

Es dado ver como se han incorporado sin necesidad algunos sistemas de entrenamiento ajenos a este arte con la ilusión de mejorar el rendimiento del alumnado: saltar en gomas de carros o pequeños obstáculos en forma consecutiva, etc.

El Gral. Choi hace referencia a la obligatoria necesidad de considerar las condiciones personales de cada individuo en el proceso de aprendizaje y desarrollo de las técnicas de Taekwon-Do, a punto tal que aconseja adaptar las formas (tul) a las posibilidades del estudiante y no a viceversa (Vol. 1 pag. 76 de la Enciclopedia de su autoría).

Curiosamente y habiendo sido yo su traductor en más de 10 seminarios de Instructor  internacional entre muchos otros eventos, nunca hizo ninguna referencia acerca de las bondades del combate libre deportivo, es más, consideraba absurdo y falto de experiencia el tratar de enseñar combinaciones técnicas para ese tipo de combate.

Esto es comprensible dado que en ocasiones es muy marcada la diferencia física y la capacidad de respuesta de los participantes. No se debe unificar en una orden un ejercicio de exclusiva aplicación deportiva para confrontaciones de combate libre, unificar combinaciones de piernas y manos sin considerar las diferencias físicas de los cursantes. Si Usted en su clase o en un curso tiene entre sus asistentes varias  personas que cuentan con más de cincuenta años de edad y otras con diferentes edades pero menores a estas, es impropio e ineficaz tratar de dar a imitar una combinación técnica que podría ser ejecutada por la gente más joven pero no por los mayores. En igual medida sucede con las diferentes estructuras físicas y pesos más allá de la edad de estas .

Taekwon-Do es un arte marcial y como tal demanda un riguroso y especifico entrenamiento para la eficacia de sus logros. Este entrenamiento está indicado y preestablecido para un crecimiento gradual de las posibilidades psicofísicas de las personas de ambos sexos que han decidido ser parte de esta disciplina.

Habiéndose desarrollado desmesuradamente en la actualidad la faceta deportiva, se ha dejado de lado la verdadera esencia del arte marcial y el entrenamiento que este debe tener para sus objetivos. ¿Porque seguir el sistema? Porque el entrenamiento propuesto por su fundador conlleva un diferente uso de las posibilidades personales de cada estudiante. El entrenamiento y fortalecimiento de las distintas partes del cuerpo es sin duda alguna un requerimiento básico. En la actualidad se ha puesto de moda entrenar solamente lo relativo al combate deportivo, soslayando todo lo inherente al arte marcial en sus distintos aspectos y rigores psicofísicos, necesarios para una defensa personal exitosa. El sistema lo propone desde sus inicios pero se lo ha soslayado. El entrenamiento deportivo solo apunta a mejorar el rendimiento en este exclusivo campo.

SGM Ricardo Desimone