Los seminarios del Gral. Choi Hong Hi

Las circunstancias y mi manejo del idioma Inglés,  quisieron que fuese un intermediario entre el deseo de quienes éramos la mayoría de los Instructores Argentinos y el Fundador de la disciplina. El alejamiento de los Instructores Coreanos (de la Federación original que creara el Gral. Choi en Corea del Sur en 1966 para distribuir su arte en el mundo) produjo este hecho. La llamada telefónica a altas horas de la noche en Buenos Aires – Argentina (de madrugada en Canadá) en fecha imposible de precisar del año 1978, para comunicarle que los Cintos negros más antiguos de ese país habíamos decidido continuar apoyándolo incondicionalmente, me permitió establecer una relación muy especial que perduraría hasta su fallecimiento (Junio de 2002).

El por entonces convulsionado estado del arte, produjo la inevitable afluencia de otros Instructores Coreanos (algunos enviados por el propio General para asistirlo en su tarea expansionista) y otros que consideraron un momento propicio para hacer su agosto. Los discursos fueron variados y sin precisión ni coincidencia en la biomecánica de los movimientos. Este hecho supo repetirse en otros países, a punto tal, que obligó al propio Gral. Choi a tomar el toro por las astas y dictar él personalmente Seminarios alrededor del mundo. Un solo discurso y una única biomecánica para todos, hicieron que su claridad pedagógica permitiera un progreso global no visto hasta entonces.

Fui su traductor al español de su Enciclopedia condensada (versión 1995) y en cuanta entrevista le hiciesen (notas en revistas del genero, entrevistas televisivas, reuniones con autoridades nacionales, etc) y en más de 10 seminarios para Instructor Internacional.

En ninguno de estos seminarios se trató tema alguno relacionado con la faceta deportiva ya que él consideraba que estos aspectos los debía tratar el cuerpo de maestros e instructores de cada país. El se limitó a establecer las reglas con las que debía regirse la competencia. Enfatizaba sobre el contacto controlado por lo letal del arte  que había creado y sostenía la necesidad de otorgar puntuación a las defensas y bloqueos, las que solo serian consideradas efectivas si producían desequilibrio en el atacante. En cada ocasión que podía dejaba establecido que lo que se desarrolla en el área olímpica no tiene nada que ver con su creación y que solo es el uso de un nombre usurpado, considerándolo una forma cómica de karate.

Explicaba con lujo de detalles cada uno de los movimientos y los repetía incansables veces para que los asistentes a esos seminarios entendiesen cabalmente el significado y la biomecánica a ejecutar.

Insistía sobre la necesidad de realizar los movimientos relajadamente y sin rigidez para no quitar naturalidad a los mismos. Esto contrasta con los dictados de algunas de las entidades que dicen seguir su legado pero haciendo de la contractura el paradigma a buscar y quitando toda naturalidad y efectividad a los movimientos. Lo curioso de esta dicotomía discursiva es la acérrima insistencia en lograr lo contrario a lo dictado por quien fundara la disciplina. Curioso además porque hay sobrados ejemplos en su literatura y en los videos que en sus seminarios se han filmado dando por tierra lo que hoy erróneamente se propone. Claro, para que esto  esté sucediendo hay razones que lo explican.

He conocido personajes que negaban al Fundador aun estando el General con vida. En una ocasión un hoy GM supo decirme ante una observación mía sobre la errónea ejecución de un golpe de puño frontal que realizaba un competidor en formas (Tul): “bueno,…también el General golpea rotando el puño sobre el final????? como diciendo el General no siempre hace lo correcto y dando por acertado el error del competidor”. Lo que el competidor hacia y que motivó mi comentario, era justamente lo opuesto a las indicaciones del General. La misma persona supo contestar en una ocasión a una pregunta de un asistente a uno de sus “cursos”: …Esa ejecución no es la correcta y corrigió el movimiento (y ante la respuesta de quien preguntaba de que eso se lo había indicado el General), él le contesta: “el General ya no está y ahora se debe hacer lo que yo digo”.

Lo narrado y mas allá de ser estrictamente cierto nos permite entender parte de lo que está pasando en la presente atomización del arte que nos ocupa.

La soberbia está considerada uno de los siete pecados capitales y en nuestro ejemplo me recuerda un verso de un poema gauchesco que dice “la víbora contonea y hace gala de su dote” (Sic)

La biomecánica en los movimientos del arte creado por el General Choi Hong HI es única en el conjunto  de las artes marciales. La ejecución de ésta permite al ser humano obtener la máxima potencia en todas y cada una de las técnicas. Sobre el particular cabe afirmar que hay una sola interpretación posible que permite una sola ejecución posible. La única persona que supo transmitir esa realidad fue el General Choi, su creador, quien en persona y con su cuerpo en movimiento supo ejemplificar lo que pretendía.

Nunca hizo referencia alguna acerca de patadas y golpes de puño en secuencias de usos deportivos porque consideraba una falta de experiencia hablar sobre este tema en un seminario con características y fundamentos para la defensa personal.

Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que el General Choi Hong Hi era su Enciclopedia en acción en todos sus aspectos. Sus seminarios comenzaban al igual que su literatura por lo básico para luego seguir progresivamente con lo más avanzado.

Cada vez que vuelvo a ver los videos de sus seminarios, corroboro la enorme diferencia didáctica con lo que se difunde hoy día.

SGM Ricardo Desimone

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