El detalle olvidado

La disparidad biomecánica existente entre las instituciones que dicen enseñar el Taekwon-Do del Gral. Choi , trae consigo la omisión de elementos en la ejecución de las formas o Tul.

Los distintos cursos que se dictan sobre el particular han contribuido a enfatizar esa diferencia. La mente del ejecutante está centrada fundamentalmente en la implementación de pequeños detalles establecidos por la entidad que patrocina el evento y que solo alimentan la pretensión de diferenciarse.

Recordar que los movimientos deben ejecutarse con realismo, más allá de siempre mantener la postura correcta y el enfrentamiento adecuado, pero fundamentalmente debe estar ausente la rigidez.

El realismo en la ejecución y la ausencia de rigidez parecen haber desaparecido como objetivos a lograr, para convertir al ejecutante en un autómata obsesionado en el uso de la tensión física e impráctica en el caso de un enfrentamiento.

El tensar la musculatura o relajarla en el momento apropiado al igual que el acelerar o desacelerar el movimiento, debe estar presente en cada ejecución.

En la mayoría de las competencias en formas esta condición está ausente. La obsesión por cumplir los detalles apuntados en los cursos,  los ha llevado a ejecutar movimientos imprácticos.

Los jueces aparentemente  han sido entrenados para premiar la rigidez, la falta de naturalidad y la altura de las patadas ejecutadas de forma exhibicionista, a punto tal, que en no pocas ocasiones el competidor deja en claro el desconocimiento del uso práctico de una que otra técnica.

Una cosa es mantener la verticalidad de la columna vertebral (salvo en las excepciones marcadas por su creador) y otra es la tensión excesiva de la musculatura del cuello y los hombros en una postura totalmente ficticia y sin uso práctico.

La cantidad de eventos deportivos nacionales e internacionales que todas y cada una de las entidades produce es enorme, perdiéndose de esta manera la relevancia del alcance territorial incluido en la contienda (Internacional, continental, nacional o barrial).

Los seminarios dictados por el fundador de la disciplina han sido muchos y  ofrecidos en la mayoría de los países que por entonces eran miembros.

Estos fueron filmados y no dejan dudas de la correcta manera en que las formas deben ser ejecutadas. Pero claro la entidad regente era una sola en contraste con el popurrí que nos agobia hoy día y que produce las diferentes deficiencias apuntadas.

Muchos no toman en consideración, por conveniencia o por desconocimiento, que cada una de las formas o Tul, comienzan y terminan en el mismo y exacto lugar, detalle este que marca la precisión del ejecutante y el exigente trabajo que demanda lograr este objetivo.

Lo dicho precedentemente impone una revisión por parte de las entidades que saturan la plaza y que necesariamente debe tomarse en consideración para resolver lo apuntado.

Considerar prioritario volver a entrenar y modificar la información que se da a quienes ofician de Jueces para luego brindar esos parámetros a los competidores.

De nada serviría entrenar adecuadamente a los ejecutantes, con el enorme esfuerzo personal que esto demanda, sin la adecuada preparación de aquellos que deben juzgar el desempeño de ese esfuerzo en una competencia. Demás esta decir que en no pocas ocasiones se ve competir gente con un desempeño correcto pero no premiado por los jueces que tienen condicionada su información de acuerdo a las directivas de la entidad en la que militan. La información inadecuada suele promover injusticias.

Como detalle que parece no tenerse en cuenta está la de comenzar y finalizar en el mismo y exacto lugar. En la puntuación otorgada al diagrama está incluido entre otros conceptos a tener presente por el Juez que califica, este detalle. De no cumplir el competidor con esta parte, se le descontará puntaje en ese ítem que es donde está incluido; por supuesto esto se aplicará si los jueces han sido entrenados adecuadamente.

SGM Ricardo Desimone

Para estar actualizado vuelva a leer las notas anteriores