El paso del tiempo

Disimiles profesiones le han permitido al ser humano evolucionar tecnológica, emocional e intelectualmente. El factor tiempo ha sido el elemento que posibilitó esta evolución.

En todo sistema de aprendizaje la maduración de la información se hace imperiosa de lo contrario no puede incorporarse ni aplicarse, en otras palabras no se crece.

En el arte que nos ocupa este factor ha sido esencial para poder instituir la escala de graduaciones, tanto sea en el caso de los principiantes o grados de colores (Gups) como en los alumnos avanzados (Dan) o cintos negros. El tema no es caprichoso o antojadizo, esto significa que se requiere la espera de ciertos meses (de práctica y no solo calendarios) para el avance o evolución de los Gups y de años para la promoción de grados Dan. La experiencia en la materia permite corroborar la certeza de quien instituyera el sistema porque la diferencia es notoria aun dentro del mismo nivel; un grado nuevo es diferente a ese mismo grado pero más viejo. Parecería que ambos son iguales, sin embargo al verlos en acción y frente a los mismos escollos, la forma de resolverlo confirma el valor de la antigüedad. En los grados principiantes (Gups) como en los grados de cintos avanzados (Dan) sucede lo mismo. Cuando de Instructores se trata la cosa no cambia, responde a los mismos parámetros. Entender este proceso se hace imperioso para no ser devorado por la impaciencia y golpear la puerta de las promociones antes de tiempo. En la actualidad no necesita golpear demasiado porque las necesidades económicas de algunos satisfacen rápidamente la impaciencia. En este oscuro proceso producto de la atomización, se pierden inevitablemente muchos valores, la integridad entre ellos. Se sabe que Taekwon-Do es una actividad psicofísica que debe conllevar reglas y protocolos a cumplir. Cuando esto no se toma en consideración el desajuste es psíquico y físico. Cuando repetimos incansables veces un movimiento, buscamos incorporarlo en el instinto, en los reflejos, en otras palabras, para poderlo usar frente a la necesidad defensiva. Quienes no siguen las reglas protocolares preestablecidas y no respetan los tiempos, están haciendo lo mismo, incorporando como acto reflejo esa forma de proceder.

El paso del tiempo nos permite ver que no importa cuánto se avance en la loca carrera hacia la cima, siempre estaremos en el lugar que el tiempo invertido nos otorga. Lo otro son argucias administrativas para engañar a otros y aventajarlos económicamente. Por más grados que uno consiga de nada sirven si estos no siguieron el proceso que se requería, ya que tendremos el grado pero no la capacidad y experiencia que este demanda.

¿Estamos preparados para aceptar el inexorable paso del tiempo, la existencial evolución humana?

¿Estamos preparados para entender que evolutivamente nacemos, crecemos, decrecemos y morimos?

Lo dicho tiene que ver con el intelecto y con el cuerpo, cuya relación es inversamente proporcional. Cuando el cuerpo nos permite hacer cosas, nuestro intelecto lo acompaña vehementemente pero sin demasiado saber. Con el tiempo y cuando nuestro intelecto razona lo que hay que hacer, nuestro cuerpo lo acompaña como puede o a veces no. El proceso psicofísico descrito está presente en la actividad de Taekwon-Do desde siempre. Muchos grandes competidores saben de qué estoy hablando.

Mantenerse físicamente con decoro es una obligación. Es necesario evaluar a tiempo nuestra vigencia deportiva para que el tiempo no nos juegue malas pasadas. Tener siempre presente que el gran campeón desde siempre en todas las categorías es Cronos.

No es aconsejable pensar en un modo acrobático de defensa personal porque es no haber entendido lo dicho.

SGM Ricardo Desimone

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