Biomecánica

Es de público conocimiento la diversidad biomecánica existente como uno de los tantos factores que alimentan la innecesaria fabricación de entidades que dicen enseñar el arte que fundara el GraL. Choi Hong Hi.

En una nota que he escrito hace un tiempo, describía lo evolutivo que ha sido el desarrollo del arte a través del tiempo. Sin embargo esta necesaria evolución contribuyó a que varios traviesos hiciesen de las suyas.

Es evidente que el Taekwon-Do que el General presentara al mundo a fines de los años 60s y principios de los 70s, nada tiene que ver con el desarrollo biomecánico, estético, protocolar y pedagógico instituido en los años 80s y 90s en manos de su fundador “exclusivamente”. En el término exclusivamente está la clave de lo sucedido a posteriori de su fallecimiento.

La enciclopedia de 15 volúmenes de su autoría y con una profusión fotográfica y narrativa excepcional, no permite albergar dudas sobre la forma de moverse, los parámetros a seguir y las razones que los alimentan. Cantidades de videos de sus seminarios en diferentes países, confirman lo allí explicitado.

Como traductor al Español de su enciclopedia condensada (versión 1995), de haberlo asistido en más de 10 de sus seminarios o IIC, y de haber recibido instrucción directa de él, puedo certificar lo que digo.

Los objetivos a alcanzar fueron el disparador de estos factores evolutivos. Repito, no han cambiado los objetivos y su destino marcial único. En otras palabras si no se siguen los parámetros preestablecidos de esa evolución, si se está cambiando algo, se está  inexorablemente cambiando los objetivos.

Si…le han cambiado los objetivos. ¿Quiénes? Los traviesos mencionados anteriormente. Y ¿Por qué los han cambiado? Porque son más papistas que el Papa y consideran que el Papa no sabía tanto como ellos y había que hacer los arreglos necesarios para mejorar la cosa. La otra razón es: para asomar la cabeza de la bolsa y decir acá estoy yo en su necesidad de publicitar algo que los diferencie del resto y producir una mejor captura de miembros.

Es muy difícil ver lo sucedido si no se ha estado prácticamente desde los comienzos del arte en occidente. Para ordenar la narrativa digamos que la biomecánica, lo estético, protocolar y su sistema pedagógico han sido alterados desde que el General dejó de existir.

El énfasis puesto en la creación de una mal entendida onda sinusoidal se ha exacerbado, a punto tal de quitar utilidad práctica a ciertos movimientos y patadas. Es muy fácil ver hoy en día la exaltación del exhibicionista y no del practicante. La semántica de las palabras lo corroboran, el exhibicionista se dedica a exhibirse a mostrar sin importar demasiado si lo que hace sirve o no, si lo puede aplicar o no, en cambio el practicante es el que pone en práctica, al que no le importa demasiado el exhibirse pero si sentir que alcanza los objetivos, el que pone en marcha los mecanismos a base de efectividad.

La necesaria, inevitable y natural onda sinusoidal que alimenta la creación de una mayor potencia en las ejecuciones, se produce en forma estática y dinámica. Cuando está bien entendida y bien enseñada, el movimiento conserva su naturalidad. Cuando sucede pedagógicamente lo contrario, desaparece la naturalidad y se reduce la potencia que se pretendía alcanzar por el uso de una errónea metodología.

El cuerpo humano está provisto de varias articulaciones en sus extremidades inferiores, por lo tanto somos una onda sinusoidal ambulante sin darnos cuenta. El General insistía en sus seminarios en la necesidad de relajarse en la ejecución de los movimientos. Hay enseñanzas biomecánicas que incitan erróneamente a mantener rígida y forzadamente la vertical de la columna vertebral usando una innecesaria contractura cervical y con la ejecución de un movimiento robótico, antinatural y con resultado contrario a lo buscado. Todavía hoy sigo escuchando la voz del Gral. Choi insistiendo en sus seminarios: “ambos brazos y ambas piernas deben estar apropiadamente flexionados mientras el movimiento está en ejecución”. Sin embargo hoy se enseña lo contrario. Para trasladar el peso corporal de manera dinámica y descendente (para pasar de una posición para caminar a otra), se le pide al ejecutante que eleve su estructura a base de extender la rodilla de la pierna de apoyo cuando se desplaza, creando con esta errónea ejecución la onda dentada, considerada desde la teoría y la práctica como reductora de la potencia, en otras palabras contraria al resultado buscado.

Para muestra un botón basta, mire la postura de un ejecutante al hacer una rotura de potencia con las manos y se dará cuenta de la ausencia de contractura cervical y de la musculatura de los hombros mientras se desplaza hacia el objetivo. Si no fuese así su ejecución sería un fracaso por la falta de velocidad.

Las formas están para ayudarnos a mejorar nuestra biomecánica y no para entorpecerla. Las formas nos deben ayudar a conocer y ejecutar movimientos que no encontramos en el combate con un solo adversario.  Desde hace unos años se han creado parámetros biomecánicos antinaturales y se ha entrenado a los jueces de las competencias en ese sentido. Por lo tanto, cuando el juez no encuentra en los ejecutantes el absurdo que le han vendido por bueno, le restan puntaje. En otras palabras se premia la contractura nunca enseñada por el fundador de la disciplina.

¿Utilizaría Usted para su defensa personal frente a uno o más adversarios reales los movimientos robóticos que le han dicho que debe de hacer cuando entrena las formas? Si la respuesta es no, creo que algo está mal en la biomecánica que le han transferido para su entrenamiento.

SGM Ricardo Desimone