No se cuestiona hoy día el padrinazgo fundacional del Taekwon-Do, sin embargo cuando se denomina la disciplina, se lo describe como un Arte marcial creado y sistematizado por el Gral. Choi Hong Hi.
No se lo debe pensar como un hecho misterioso encuadrado en un contexto de difícil explicación y aplicación. Está enmarcado por un proceso filosófico y anatómico. Esta última parte tiene un desarrollo biomecánico único apoyado en el uso de las leyes Newtonianas y la cinética del movimiento. Las casi 3.200 técnicas que lo componen permiten dar respuesta a la mayoría de las circunstancias que puede plantear la defensa personal. Cada uno de sus movimientos fueron diseñados con un propósito especifico, mas allá que en ocasiones y por desconocimiento, se le otorgue una doble utilidad a ciertos movimientos.
Erróneamente se cree que todas las técnicas están contenidas en las 24 formas o Tul establecidas como la columna vertebral del arte. Estas solo suman 970 movimientos, muchos de ellos repetidos. Por lo tanto, lejos están de contener la totalidad de las técnicas. No obstante es necesario dejar señalado que parte de lo pretendido por el Fundador es que todos los movimientos están designados para producir la máxima potencia de acuerdo con formulas científicas y los principios de la energía cinética.
También hay que tener en cuenta la distancia y ángulo del objetivo mas una particular biomecánica que acompañada por el correcto proceso respiratorio, permiten alcanzar lo propuesto.
Los movimientos demandan precisión y respeto por el cuidado de la salud, por lo tanto, el propósito y método deben ser claros y simples para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Las 24 formas o Tul son una parte fundamental para la comprensión de los propósitos antes mencionados. Muchas de esas técnicas serán de muy esporádica aplicación porque requieren de una especial circunstancia para ser utilizadas. Otras que son más fáciles de incorporar debido a su destino de un solo oponente, permiten la ejecución de enfrentamientos o combates bajo reglas deportivas, reduciendo el arsenal del arte a 6 o 7 técnicas que generalmente son utilizadas por los competidores más prominentes en el combate libre deportivo. No obstante, tanto sea en un caso como en el otro el desarrollo biomecánico del arte es inexorable si lo que se quiere incorporar es Taekwon-Do y no un sistema hibrido de pelea deportiva con escasa relación con la defensa personal. Para obtener el mencionado desarrollo es necesaria una metodología que como en todas las cosas que pretenden tener éxito, debe ser planteada de menor a mayor. Los grados de capacitación comienzan razonablemente por el cinto Blanco, a quien se le atribuye el desconocimiento. Por lo tanto, la metodología a utilizar debe respetar lo enunciado. Sin embargo en la generalidad de los lugares de enseñanza suele verse lo opuesto. Probablemente apurados o empujados por necesidades de representación deportiva, a la mayoría de los principiantes se les incita a utilizar técnicas que requieren un manejo corporal más avanzado. Frente a esta realidad cabe recordar la frase mencionada en el inicio: es un Arte marcial creado y sistematizado por el Gral. Choi Hong HI. Significa que la metodología a utilizar está ya preestablecida para alcanzar la correcta incorporación biomecánica que permite una evolución paulatina y eficaz, al tiempo que respeta la salud psicofísica del estudiante. No obstante y por el apremiante requerimiento deportivo, normalmente se hace caso omiso de lo ya desarrollado y se inventa todos los días una nueva y “supuestamente eficaz” metodología, generalmente emparentada con otros métodos de pelea. Claro aquí se hace imperioso entender la diferencia existente entre pelea y defensa personal.
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