Herramientas

Podemos hablar hasta el cansancio acerca de la biomecánica en los movimientos del Taekwon-Do, sin embargo estos solo son una gran variedad de herramientas que podemos usar para la defensa personal.

La utilidad práctica de cada una de ellas está íntimamente ligada a las circunstancias que debamos enfrentar. Por esta razón la gran mayoría son para ser usadas en situaciones que normalmente no pueden reproducirse deportivamente por cuanto han sido diseñadas para resolver confrontaciones con varios oponentes.

Normalmente se entrena el enfrentamiento con un solo oponente, siendo éste a su vez el único posible de ser incluido en el campo deportivo. El aspecto pedagógico y su metodología tienen una influencia capital para el éxito en ese terreno.

Por lo general en la enseñanza del arte se obliga a los alumnos ejecutar este tipo de luchas desde los inicios mismos de la práctica, me refiero a que por una errónea pedagogía se pone a un principiante a realizar este tipo de enfrenamientos sin un adecuado manejo de su cuerpo para tal compromiso.

El principiante se ve obligado a adquirir su experiencia en base a prueba y efecto de sus propias torpezas. No se le da tiempo a que adquiera un mejor dominio de las herramientas necesarias.

Se le incita a ejecutar golpes de pies con giros y saltos cuando todavía es torpe para los movimientos lineales directos.

La razón de este desacierto se llama torneo. La “necesidad” del instructor de llevar la mayor cantidad posible de alumnos a un evento deportivo ha determinado este equivoco pedagógico.

Para muestra un botón basta, en las competencias puede verse claramente la enorme diferencia entre el despliegue corporal de un cinto avanzado y lo que realizan las graduaciones de principiantes.

Estos no solamente se mal golpean sino que a su vez ponen en evidencia la falta de efectividad en lo que hacen.

El combate libre contra un solo oponente, que es lo que se enseña y ejecuta en clase, se utiliza para desarrollar, entre otras cosas, táctica y estrategia en este tipo de circunstancia. Sin embargo el alumno principiante se ve obligado a no poder desarrollarlas por no manejar adecuadamente su cuerpo.

En el combate deportivo se utilizan en el mejor de los casos y en manos de un gran habilidoso alrededor de 6 o 7 técnicas de las casi 3200 existentes. Los reglamentos, las prohibiciones y el tipo de oponentes, hacen que así sea. La  aplicación de estas también dependerá de tiempo y distancia para ser ejecutadas con éxito. Si el estudiante todavía no tiene dominio de sus herramientas para poderlas utilizar cuando la ocasión lo demanda, la evolución de su táctica y su estrategia se verá notablemente afectada.

La solución es muy sencilla si se la quisiese implementar pero lamentablemente va a depender de la “necesidad” del instructor por llevar a sus alumnos principiantes a un torneo. Este debe entender, entre otras cosas, que si sus alumnos novatos resultan ganadores, los alumnos de los demás no van a salir corriendo a inscribirse en su clase. También debe quedarle claro que si un competidor de bajo rango ha sido ganador en un evento deportivo, no tiene el desarrollo ni la experiencia para competir con los más avanzados, solo ganó en esa competencia con los ocasionales oponentes de su rango.

Se le ha dicho desde siempre al estudiante que no debe practicar una forma (tul) más avanzada hasta que no domine la de su nivel. Esta verdad es un dictamen del propio fundador del arte escrita en su literatura, sin embargo no se aplica este acertado criterio para el entrenamiento del combate libre deportivo.

Si no se le da al alumno el tiempo necesario para desarrollar las herramientas se construye sobre bases endebles con aspiraciones grandes pero a destiempo.

SGM Ricardo Desimone

Para estar actualizado lea nuevamente las notas anteriores