Haber asistido al Fundador del Taekwon-do como traductor e intérprete durante muchos años y haber traducido su Enciclopedia condensada al idioma Español, dieron lugar a una cercanía en el trato con el Gral. Choi Hong Hi que excede lo anecdótico.
Yo no estaba interesado en fotografiarme junto a él para explotar ese hecho como bien lo hicieron infinidad de otras personas. Mi interés pasaba por aprender de quien ha sido mi único Maestro en Taekwon-do, obteniendo detalles e información no registrada en su obra literaria. Su Enciclopedia es un libro técnico y filosófico. No están allí incluidas las infinitas anécdotas surgidas de reportajes, seminarios y correcciones particulares que él me indicara, ni las conversaciones sobre variados temas que robustecieron y ampliaron mis conocimientos.
En definitiva: el único camino posible hacia un aprendizaje diferenciado (con la bibliografía sola no alcanza y así lo deja saber el propio General en su obra).
Pienso que no hay otro modo de aprender que no sea haciendo. El momento del aprendizaje es la base de la futura habilidad.
En esos tiempos, la sola mención de tales anécdotas hubiesen sido el mortero para maliciosos ataques de otras personas que siempre pensaron su cercanía con él como una posesión.
No obstante, celos, notoriedad y por supuesto apetencias económicas, trajeron ataques y rechazos contra mí debido a la mencionada cercanía nunca imaginados desde la buena voluntad.
La Enciclopedia de Taekwon-do es la guía a seguir y no puede ser modificada en ninguno de sus términos. Hoy es más que un trabajo literario o un libro técnico, es un testimonio.
La historia es pasado, presente y futuro al mismo tiempo. Entender este concepto hace la diferencia.
Sin embargo, una nueva edición producida después del fallecimiento de su Autor, no solo contiene erróneas modificaciones nunca aprobadas por las más altas categorías, sino que es una burla a la memoria del General Choi.
Créanme que he recorrido lo escrito en la Enciclopedia decenas de veces de adelante a atrás y viceversa solo para armar el índice en Español, ni que hablar para estudiar los detalles técnicos a implementar. Sí, a implementar, a desarrollar con el cuerpo. Porque si Usted no lo puede hacer, Usted no lo sabe. Esa es la sorpresa de este aprendizaje. Hay infinidad de personas que dicen saber tal o cual técnica o ejercicio por el solo hecho de haberlo leído o haberlo visto hacer, y que esto lo habilita según su erróneo concepto a creer que lo sabe y por lo tanto a dar cátedra.
En Taekwon-do Usted sabe algo cuando su cuerpo lo puede hacer y recién luego de esto Usted lo podría explicar.
Ciclos del Taekwon-do o composición del Taekwon-do, es un capitulo a tomar en consideración. Allí esta explicado muy claramente que el estudio del Arte no se compone solo de formas, enfrentamientos y el área deportiva. Otros ítems de entrenamiento deben ser completados para una correcta evolución.
Podría ser pertinente mencionar algunas anécdotas sobre las enseñanzas del Gral. Choi y la errónea interpretación que generalmente se hace sobre el paso del tiempo y el entrenamiento.
La edad termina siendo la gran excusa esgrimida para justificar la dejadez y la apatía. Sin embargo y sobre el particular, el propio Gral. Choi daba por tierra con ese engaño. A sus 83 años hacía lagartijas (pushups) sobre el escenario (Buenos Aires – Argentina en Septiembre de 2001). Esto para mostrar el correcto trabajo básico para el desarrollo primario de los nudillos y el fortalecimiento de la mano, obligatorio para todo cinto negro que se precie de tal.
A esa edad y sobre el mismo escenario (1 m o 3ft de altura aprox.) saltó hacia el piso para corregir a un alumno que reiteradamente equivocaba una defensa. Que hicieron los Maestros jóvenes que estaban a su lado? corrieron a evitar que cayera mal, pero…bajando por la escalera, un papelón de la edad y del entrenamiento si de ello estamos hablando.
Lo dicho lo pueden corroborar todos los allí presentes y documentado quedó en una nota gráfica de un muy conocido medio marcial.
En otro seminario dictado en Tegucigalpa – Honduras en 1989 en Centro América y para ejemplificar el trabajo físico obligatorio que justifique el rango de Instructor, con su mano ejecutó golpes contra una pared. A posteriori solicitó a varios seminaristas cintos negros allí presentes que mostraran sus manos. Resultado: corroboró que nadie tenía práctica alguna, terminando la observación con un lacónico «esas no son manos de Taekwon-do». «Con ellas usted puede ser un buen pianista, un médico, un obrero de la construcción ó lo que haya elegido para ganarse la vida, no obstante, si Usted eligió ser Instructor de Taekwon-do, Usted debe tener manos de Taekwon-do», sentenció.
Taekwon-do solo está donde está el conocimiento. La permanente actualización psicofísica y su convalidación es el único camino a seguir.
La pertenencia a una organización supuestamente federativa no garantiza esa verdad.
Se propuso desde siempre y como hecho relevante del Taekwon-do desarrollado y sistematizado por su Fundador, el General Choi Hong Hi, que el Arte no tendría identificación con país ni raza alguna. Así está escrito en su obra literaria (Enciclopedia de Taekwon-do Vol. 1 pag. 11) y así él lo repetía incansablemente en cuanto reportaje oral o escrito le hiciesen.
El conocimiento estará en manos de quienes han estudiado y entrenado a través de los años. Los ojos rasgados no lo garantizan. Si así fuese, para que hacer el esfuerzo si uno es occidental?.
El área deportiva? bueno,…otra diversidad que usa las mismas iniciales. Oficial,..ninguna.
Hay tantos campeones mundiales, continentales y nacionales como organizaciones existen. No se deprima y entrene; si se atreve a hacer el esfuerzo, puede convertirse en otro de ellos. Le deseo lo mejor y gracias por su tiempo.