Pertenencia

Más allá de ser algo propiedad de una persona, es también la circunstancia de formar parte de un conjunto o grupo, tales son las acepciones descritas en el diccionario. En ocasiones ambos conceptos se funden en uno solo.

El arte del Taekwon-Do crea pertenencia al grupo en el cual uno está inserto para la práctica rutinaria y que además se identifica con el Instructor que les imparte los conocimientos.

Asimismo el alumno con el tiempo y con la incorporación de las habilidades que va adquiriendo, considera que el arte le pertenece.

En la descripción mencionada, ambos conceptos se han fusionado.

El común de los practicantes no considera las pertenencias aludidas sino que lo hacen a través de una sigla que no es un estilo ya que describe solo un sistema administrativo y que curiosamente está totalmente atomizada.

La palabra pertenencia cobra valor cuando responde a un destino único, definido. No se puede pertenecer a un nombre o a una sigla cuya identidad es una diversidad, ya que varía de acuerdo a la necesidad o conveniencia comercial de distintas personas. Se parecen en el nombre, pero no son lo mismo.

Usualmente se considera que la sigla y el Fundador son una misma cosa. De hecho lo eran y en ese caso la palabra pertenencia tenía una connotación particular y distintiva. Varias cosas hacían esa distinción. Una única institución, un único uniforme, un solo emblema, una sola metodología reglamentaria y fundamentalmente una sola biomecánica en sus movimientos. La sola vuelta del cinto simboliza entre otras cosas lo dicho.

La actualidad nos ofrece una diferente circunstancia: no hay una única institución, un único uniforme, no hay un solo emblema, no existe una única metodología reglamentaria y fundamentalmente no hay una única biomecánica en sus movimientos. Curiosamente y de estar con vida, el Fundador de la disciplina vería demolido su logro de unidad que con tanto esfuerzo había conseguido. En más de una oportunidad y en ocasión de estar traduciendo sus palabras en un reportaje, él describía a su arte como único. Sus técnicas y conceptos son iguales en todo el planeta decía. Este hecho hacia que se diferenciara de otras artes marciales que solamente tenían un nombre único pero sus movimientos variaban de un lugar a otro.

En el actual popurrí institucional todo mundo cree pertenecer al Taekwon-Do fundado, desarrollado, sistematizado y difundido por el Gral. Choi Hong Hi simplemente por mencionar su nombre y la sigla del sistema federativo que él presidia. Sin embargo no es así. Como dijese en una nota anterior, el verdadero legado está en seguir su sistema pedagógico, la biomecánica distintiva de los movimientos y  los criterios que siempre sustentaron el Arte de su invención. Si Usted dice pertenecer a las huestes del Gral. Choi pero sus movimientos no respetan lo enseñado por él, usted no pertenece, por más que ponga su foto y repita como letanía los principios filosóficos. Si Usted hace de la parte deportiva su bandera, está caminando en otra dirección a la del arte marcial que él fundara, por más que siga poniendo su foto, use el nombre de su arte y repita nuevamente los principios.

En fin, para pertenecer hay que invertir en la obra de la cual se quiere ser parte porque es la única manera  también de poseerla.