Acerca de la relación estudiante e instructor

Hay un frecuente mal entendido acerca de la relación estudiante-instructor.

Esta relación demanda poner en claro algunos detalles para establecer la correcta interacción entre ambas partes.

Hay una gran diferencia entre una persona que está practicando y un estudiante. Para ser estudiante de un Instructor o Maestro, el aprendiz debe sentir una particular identificación con quien le enseña, que sabe lo que el estudiante no, que sabe lo que el estudiante necesita y que es esperable tenga una personalidad y valores morales que el estudiante desea imitar y no solamente por una particular o muy buena condición para el combate deportivo.

A quien solamente le atraen las habilidades de un instructor para la lucha, solo es una persona interesada en el aspecto combativo del arte. Esta gente solo necesita un coach o entrenador, no un Instructor o un Maestro.

Lamentablemente la tendencia actual está teñida por este comportamiento. Hoy en día los objetivos deportivos parecen ser el principal sendero a seguir y conducen a cambiar de instructor tan rápido como cambie la tendencia combativa, dejando de lado todo reconocimiento por la persona que ha enseñado las bases del arte en su totalidad.

La lealtad parece ser un valor perdido perteneciente a una época lejana.                                

Este comportamiento no solamente aplica a los competidores. Hay una distorsionada consideración acerca de la relación estudiante-instructor alimentada por muchos Maestros y Grandes Maestros que consideran a todos los miembros de una particular institución como sus estudiantes. Ellos solo son sus líderes institucionales pero no sus instructores.

Si un Maestro o un Gran Maestro está dando un curso o un seminario, solo está exponiendo la teoría, las reglas y la biomecánica con la intención de establecer un criterio único a seguir. La gente que atiende el evento son quienes deberán aplicar el mandato institucional.

Con pocas excepciones ellos no son los estudiantes de los Maestros o Grandes Maestros.

Si un Maestro o un Gran Maestro está liderando una entidad con 1.000 miembros, no significa que todos sean sus estudiantes, solo son miembros de una particular institución cuyas autoridades administrativas  tienen la categoría de Maestro o Gran Maestro.

Actualmente muchos Maestros y Grandes Maestros no son instructores activos. Aquellos que si lo son, tienen solamente un puñado de alumnos directos como cualquier otra persona que está enseñando regularmente.

La relación estudiante-instructor es mucho más grande que el ocasional curso o seminario. Esta debe ser alimentada todos los días en una correlación que incluye comportamiento social y las características filosóficas del arte, más allá del área deportiva y de los demandantes aspectos del entrenamiento.

La relación personal con el instructor directo, normalmente es más importante y necesaria para la evolución del estudiante que cualquier otra alta jerarquía que ocasionalmente dicta un curso o un seminario.

Por lo dicho, elegir al Instructor adecuado no es tarea fácil. Una vez que lo haya encontrado, no traicione la confianza que él ha depositado en usted.

Senior Grand Master Ricardo Desimone

IX Dan

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